EL INSOMNIO

El insomnio, el desvelo o la vigilia son temas recurrentes en la poesía. En mi “Soy el silencio” hay un poema de cinco estrofas, el LXXII que perfectamente podría llamarse “El insomnio”. En él se aborda todo ese juego mental en que entramos cuando intentamos conciliar el sueño, pero nuestros pensamientos nos llevan a un mundo paralelo.

Mi confidente en tantas contiendas,

¡Fiel guardián de mi sobrio desvelo!

Aunque sé es mi mayúsculo anhelo

una noche me suelte las riendas.

Mi sostén en los viajes nocturnos

es el freno al vagar de la mente.

A la vez me conduce inclemente

al cansancio en propósitos diurnos.

Tanto tiempo de sueño perdido,

crecimiento de dudas y aciertos,

van y vienen los duendes despiertos,

sustentando mi genio encendido.

Leal escolta en lunas eternas

el insomnio me guía porfiado,

por sombrío camino encauzado

a dar lumbre en oscuras cavernas.

Y esa luz tantas veces incierta

hoy se descubre a un mundo tangible,

mi terror hoy resulta apacible.

¡Soledad ya no es vida desierta!

Miguel de Unamuno trabaja el tema en el poema “Noches de insomnio”, donde evidentemente lo sufre…

Terribles noches de insomnio en las que se cuenta

el toque de las horas que van al vacío;

su procesión cargada de vidas va lenta

bajando por las aguas del eterno río.

E insomne en la ribera el corazón se sienta

no pensando ni soñando si no en sombrío

rumiar lo inevitable con que tienta

al alma el Tentador, que así mete el desvío

Rafael Alberti, en el inicio de “Los ángeles muertos” dice:

Buscad, buscadlos:

en el insomnio de las cañerías olvidadas,

en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.

El célebre “Nocturno” de Delmira Agustini comienza con alusión al desvelos…

Engarzado en la noche el lago de tu alma,

diríase una tela de cristal y de calma

tramada por las grandes arañas del desvelo.

Mientas Jorge Luis Borges, en su pena “El ingenuo” también lo menciona…

Cada aurora (nos dicen) maquina maravillas

capaces de torcer la más terca fortuna;

hay pisadas humanas que han medido la luna

y el insomnio devasta los años y las millas.

En un fragmento de uno de los “Cien sonetos de amor” de Pablo Neruda, el LXXXVIII, nos habla del despertar en túnel del insomnio a la sangre…

Oh amor, rosa mojada por sirenas y espumas,

fuego que baila y sube la invisible escalera

y despierta en el túnel del insomnio a la sangre

para que se consuman las olas en el cielo,

olvide el mar sus bienes y leones

y caiga el mundo adentro de las redes oscuras.

En “Ausencia”, Gabriela Mistral, describe poéticamente el alejamiento del ser amado, con la carga de la vigilia y el sueño…

Me voy de ti con tus mismos alientos:

como humedad de tu cuerpo evaporo.

Me voy de ti con vigilia y con sueño,

y en tu recuerdo más fiel ya me borro.

Y en tu memoria me vuelvo como esos

que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Gustavo Adolfo Bécquer en su rima LXI abre el poema situando al insomnio y la fiebre como el preámbulo de su muerte.

Al ver mis horas de fiebre

e insomnio lentas pasar,

a la orilla de mi lecho,

¿quién se sentará?

cuando la trémula mano

tienda próximo a expirar

buscando una mano amiga,

¿quién la estrechará?

cuando la muerte vidríe

de mis ojos el cristal,

mis párpados aún abiertos,

¿quién los cerrará?

cuando la campana suene

(si suena en mi funeral),

una oración al oírla,

¿quién murmurará?

cuando mis pálidos restos

oprima la tierra ya,

sobre la olvidada fosa.

¿Quién vendar a llorar?

¿quién en fin al otro día,

cuando el sol vuelva a brillar,

de que pasé por el mundo,

¿quién se acordará?

La alusión de Mario Benedetti en un momento de su poema “El puente”:

vengo con las mejillas del insomnio

los pañuelos del mar y de las paces

las tímidas pancartas del dolor

las liturgias del beso y de la sombra

En “Noche del amor insomne”, Federico García Lorca centra la trama del poema en el amor…

Noche arriba los dos con luna llena,

yo me puse a llorar y tú reías.

Tu desdén era un Dios, las quejas mías

momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,

llorabas tú por hondas lejanías.

Mi dolor era un grupo de agonías

sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,

las bocas puestas sobre el chorro helado

de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado

y el coral de la vida abrió su rama

sobre mi corazón amortajado.

Regresar a sonetos del amor oscuro

La colombiana Meira Delmar nos aporta su “Soneto en vano”, comenzándolo con una pregunta…

¿a dónde iré que no me alcance el vuelo

de tu mirada que en azor se muda,

y la noche de sueños me desnuda

con el brillo quemante del desvelo?

Todo el poema “No me quejara yo de larga ausencia” de Lope de Vega trata sobre el insomnio…

No me quejara yo de larga ausencia

sí, como todos dicen, fuera muerte;

mas pues la siento, y es dolor tan fuerte,

quejarme puedo sin pedir licencia.

En nada del morir tiene apariencia,

que si el sueño es su imagen y divierte

la vida del dolor, tal es mi suerte

que aun durmiendo no he visto su presencia.

Con más razón la llamarán locura,

efeto de la causa y accidente,

si el no dormir es el mayor testigo.

¡Oh ausencia peligrosa y mal segura,

valiente con rendidos, que un ausente

en fin vuelve la espalda a su enemigo!

También Rosalía de Castro aborda el punto “Ansia que ardiente crece” le dicha unos versos a la vigilia

Vigilia de la noche,

Torpe sueño del día

Es lo que queda del placer gustado,

Es el amargo fruto de la vida.

Por último, aquí va entero el “Poema de vigilia” de Josefina Núñez, Cuba

Escribo en la noche susurrante y ajena,

en esta calle mía agresiva y ruidosa

como plaza de Roma colmada de peregrinos espectaculares

y comerciantes pregoneros.

-El sueño es un ciervo que huye en lentos espirales-

Escribo en esta noche incitante y extraña;

a mi lado el color feliz de la quimera,

besa mis párpados,

araña las paredes,

penetra los poros,

se pierde en altos cielos…

Escribo en esta noche de inesperados laberintos:

en su penumbra,

como ascuas, espejos vigilándonos,

los rostros de los amados muertos,

los rostros de los vivos,

los innumerables rostros de la vida

y sus variados universos.

Escribo en esta noche lenta, envolvente como una profecía,

en la infinita vigilia de sus astros…

Mis palabras habitan la soledad.

Nota: La imagen corresponde al manual Taccuino Sanitatis.

Espero volver a verte por aquí…

7 comentarios sobre “EL INSOMNIO

  1. Hola Gabriel,

    Gracias por compartir tu poema, muy interesante. Me gusta el trabajo que pones en cada escrito. El insomnio es algo que poseo y trato de alejar. Saludos. ❤

    El lun., 26 de julio de 2021 5:46 p. m., Gabriel Barrella Rosa escribió:

    > Gabo Barrella Rosa posted: » El insomnio, el desvelo o la vigilia son > temas recurrentes en la poesía. En mi “Soy el silencio” hay un poema de > cinco estrofas, el LXXII que perfectamente podría llamarse “El insomnio”. > En él se aborda todo ese juego mental en que entramos cuando intent» >

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  2. Excelente querido amigo, no dejo de valorar tu expresión a través de la prosa, más allá de lo que encierra en si mismo. Un abrazo y vamos arriba con tu segundo libro.

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