«Soy el silencio» es mi primera publicación. Está estructurado en ochenta y ocho poemas que van abordando los diferentes estados de ánimo que podemos tener.
De alguna manera, hay una secuencia, casi imperceptible, en la cadencia de los temas abordados en todo el poemario.
La búsqueda continua, como razón de vida, es indudablemente el primero de esos abordajes. En varios poemas de los iniciales podemos encontrar señales de esto:
La búsqueda como necesidad…
Yo soy el silencio que busca en la vida,
sin saber de ella lo que habré de buscar,
pues me desangro por cargar una herida
que aplaca mis fuerzas en este luchar.
…o como razón de vida…
Buscar acaso sea la vida misma,
o tal vez un escapismo un tanto loco,
mas la razón que al buscar le da el carisma
es encontrar, que es también morir un poco.
…la forma de buscar…
¿Es más feliz el que busca en lo hondo,
o aquél que acepta lo obvio y lo toma?
¿Quien al mundo tornasol se asoma,
o quien sigue hasta llegar al fondo?
…o la búsqueda a pesar de todo…
Desafío de vida, es la búsqueda constante,
el atreverse a ingresar en terrenos prohibidos,
sin retroceder por la censura amenazante,
eligiendo cada uno sus actos permitidos.
Obviamente, este tema ya ha sido encarado por los grandes maestros de la poesía en castellano. Lejos de ser una lista completa, aquí les comparto algunos ejemplos:
— Alfonsina Storni —
Sí, yo me muevo, voy buscando acaso
Soles, auroras, tempestad y olvido.
¿Qué haces allí misérrimo y pulido?
Eres la piedra a cuyo lado paso.
— Lope de Vega —
Estaba, Elisio, el alma ingrata mía
en el Argel de su apetito esclava,
mariposa a la luz círculos daba,
buscando en la tiniebla puerta al día.
— Líber Falco —
Acaso sí, yo sé,
con una risa helada buscaré mi origen.
Sin manos y sin ojos, ay!
buscando una sombra que es sombra de la nada.
— Miguel de Unamuno —
Hasta que me venciste, mi batalla
fue buscar la verdad;
tú eres la única prueba que no falla
de mi inmortalidad.
— José Martí —
Vivir: saber morir; así me aqueja
este infausto buscar, este bien fiero,
y todo el ser en mi alma se refleja,
¡y buscando sin fe, de fe me muero!
— Mario Benedetti —
y si no vienen a buscar tu búsqueda
y te sientes pueril o mendicante
abandonada por tu abandoneón
fabulízate de una vez por todas
— Miguel Hernández —
¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.
— Antonio Machado —
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
Espero volver a verte por aquí…
Hola, amigo, me gusta mucho lo que escribes.
Felicitaciones.
Ahora a comprar tu libro de poemas.
Saludos desde Chile
Me gustaMe gusta
Gracias, Vicky, es un placer que pases por aquí y me alegro que guste.
Me gustaMe gusta