Para reflexionar en el día internacional de la mujer, te presento un tema que no tiene controversia. Pese a todas las adversidades que la sociedad le impuso a las mujeres durante el siglo XX, el éxito alcanzado por estas seis heroínas de la pluma habla por sí solo.
Hoy quiero acompañarte por un breve recorrido de la mano de las grandes poetisas uruguayas del siglo pasado. Sin esforzarnos en la búsqueda, y quizás dejando otras tantas afuera de la lista, podemos encontrar seis mujeres poetas de trascendencia internacional en el correr del siglo XX. Me animaría a decir que en países con muchísimos más habitantes no resultaría tan fácil encontrarlas.
Te paso pues, una breve reseña de ellas.
María Eugenia Vaz Ferreira (Montevideo, 13 de julio de 1875 – Montevideo, 20 de mayo de 1924) fue la primera poetisa del Uruguay. Es una de las pocas mujeres que sobresalieron dentro del movimiento modernista, junto a su compatriota Julio Herrera y Reissig. Previamente tuvo una etapa de poesía romántica y posteriormente se fue volcando hacia un lado más metafísico. “La isla de los cánticos”, 1924, póstumo, fue su principal libro de poesía y de allí destacamos un fragmento de uno de sus poemas, “Desde la celda”:
Afuera ríen los soles
sus vitrinas de cristal,
racimos de perlas vivas
al pasajero le dan.
Por los caminos del mundo
cruza la marcha triunfal
Evohé… siga la fiesta…
i Ay de aquel que fuera un día
novio de la soledad!…
Delmira Agustini (Montevideo, 24 de octubre de 1886-Montevideo, 6 de julio de 1914). De breve pero prolífica vida, Delmira fue una adelantada, no solo como mujer sino como poeta. Introdujo en los albores del siglo XX el erotismo en la poesía, en tiempos en que era palabra prohibida. El máximo exponente del modernismo, Rubén Darío, prologó el libro de Delmira “Los cálices vacíos” señalando «De todas las mujeres que hoy escriben en verso ninguna ha impresionado mi ánimo como Delmira Agustini… ».
Y como muestra de su arte, solo corresponde mostrar un fragmento de “El intruso”, donde sobresale su célebre metáfora de la llave y la cerradura,
Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu forma fue una mancha de luz y de blancura.
Juana de Ibarbourou (Melo, Uruguay, 8 de marzo de 1892-Montevideo, 15 de julio de 1979). Es quizás la más representativa de las seis. Femenina, vanguardista y surrealista, le cantó al amor, la naturaleza, la maternidad. En 1929 recibió el título “Juana de América” que la reconocía como la voz más representativa del continente, en épocas en que también brillaban alto sus coetáneas Gabriela Mistral de Chile y Alfonsina Storni de Argentina. Admirada por los españoles Unamuno, García Lorca, Antonio y Manuel Machado y J.R. Jiménez, escribió libros de la talla de “las lenguas de diamante” y “La rosa de los vientos”, entre muchos más. Para mostrar algo de su obra, elijo este tramo final de “La higuera” donde se puede percibir la exquisita musicalidad en los versos de rima asonante.
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!
Idea Vilariño (Montevideo, 18 de agosto de 1920-Montevideo, 28 de abril de 2009), integrante del movimiento uruguayo conocido como “generación del 45”, apadrinado por el ya consolidado Juan Carlos Onetti, quien tuvo una tormentosa relación sentimental con ella, y liderado por Mario Benedetti. Feminista, en 1995 ganó el premio Bartolomé Hidalgo. Muchos de sus poemas fueron musicalizados por referentes del canto popular latinoamericano, como Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti o Los Olimareños. Aquí presentamos un tramo de su poema “Desnudez total”
Ya en desnudez total
extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos
flor a flor,
ser a ser,
aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto.
Ida Vitale (Montevideo, 2 de noviembre de 1923). Afortunadamente en vida y totalmente activa, Ida perteneció también a la “generación del 45”. Representante de la poesía esencialista, ha sido multipremiada por su obra con el premio Octavio Paz (2009), el Alfonso Reyes (2014), el Reina Sofía (2015), el premio internacional de Poesía Federico García Lorca (2016), el Premio Max Jacob (2017) y el más importante de habla hispana, el premio Miguel de Cervantes (2018). Y por estar activa, podemos exponer un poema completo de su último trabajo, “Gotas”, de “Tiempo sin claves” (2021).
¿Se hieren y se funden?
Acaban de dejar de ser la lluvia.
Traviesas en recreo,
gatitos de un reino transparente,
corren libres por vidrios y barandas,
umbrales de su limbo,
se siguen, se persiguen,
quizá van, de soledad a bodas,
a fundirse y amarse.
Trasueñan otra muerte.
Cristina Peri Rossi (Montevideo, Uruguay, 12 de noviembre de 1941), escritora de izquierda radical, terminó exilándose en París y Barcelona, su lugar de residencia actual, durante la dictadura militar. También novelista (“La nave de los locos”, 1984) y cuentista (Los museos abandonados”, 1968), en poesía le cantó principalmente al exilio, la homosexualidad y los conflictos, prácticamente siempre amparada en el verso libre. La antología “Mi casa es la escritura” es su poemario más célebre, entre muchos otros. Multipremiada, luego de recibir el premio internacional de relatos Mario Vargas Llosa, tan solo tres años después que su compatriota Ida Vitale, alcanza el gran premio Miguel de Cervantes en 2021. Aquí van unos versos de “Mi casa es la escritura”,
¿cuál es mi casa?
¿dónde vivo?
Mi casa es la escritura
la habito como el hogar
de la hija descarriada
la pródiga
la que siempre vuelve para encontrar los rostros conocidos
el único fuego que no se extingue Esperemos por las poetisas que nos ofrezca este pequeño país en este siglo XXI.
Espero volver a verte por aquí…