LA LLUVIA

El poema LXXVII de “Soy el silencio” nos muestra un panorama de nostalgia, y quizás un poco de angustia, con la alegoría de la lluvia que, sin expresarlo explícitamente, nos traslada a las tardes grises de otoño o invierno. En el remate, se invoca la contradicción de esos sentimientos con el disfrute de poder contemplarlos desde otro plano, bajo refugio. Obviamente la lluvia, la humedad y el frío representan los estados de ánimo y la dicha de la contemplación no es más que el saber buscar las ventajas que nos puede ofrecer algo en principio negativo.

Terca lluvia y tenaz, persistente,
que me mojas los huesos, la mente,
vistiéndolo todo más sombrío.

Un creciente placer me gobierna
al contemplarla impávida, eterna,
trasluciendo cualquier desvarío.

Se disfrazan de gris los colores,
la humedad, que agranda mis dolores,
a mi espíritu mata de frío.

Caminar bajo el cielo techado,
recorriendo el asfalto lavado,
desenfoca mi libre albedrío.

Mas no encuentro placer más glorioso,
tras un vidrio mirando, dichoso,
ver llover no conoce de hastío.

El poema está estructurado en cinco estrofas de tres versos decasílabos. La rima consonante se acomoda en los dos primeros versos de cada estrofa, al tiempo que los terceros de las cinco estrofas tienen una concordancia entre sí.

Y, como en tantos otros tópicos que hemos abordado, recurrimos a los clásicos para ver como ellos incursionaron en esta temática. Acá van fragmentos de grandes poemas, de distintos autores.

Josefina Pla

Blanda en mi entraña, como tibia lluvia,
beso aplastado corazón a vena;
tiembla en mis ojos, como sol en río
tañe en mis pulsos dolorida plata.

Miguel de Unamuno

¿Qué es tu vida, alma mía?, ¿cuál tu pago?,
¡Lluvia en el lago!
¿Qué es tu vida, alma mía, tu costumbre?
¡Viento en la cumbre!

Antonio Machado

La lluvia da en la ventana
y el cristal repiquetea.
A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.
Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.

Nicolás Guillén

La lluvia, el cielo gris.
Pas de téléphone
lejos de ti.
(Me duele el corazón).

Rosalía de Castro

Una tarde de abril, en que la tenue
Llovizna triste humedecía en silencio
De las desiertas calles las baldosas,
Mientras en los espacios resonaban
Las campanas con lentas vibraciones,
Dime a marchar, huyendo de mi sombra.

Líber Falco

Allí golpea lejos sobre el mar la lluvia.
Desde siempre y siempre.
Desde quién sabe qué oscuro designio,
allí golpea y golpea la lluvia sobre el mar.

Pablo Neruda

tal vez herido voy sin ir sangriento
por uno de los rayos de tu vida
y a media selva me detiene el agua:
la lluvia que se cae con su cielo.

Alejandra Pizarnik

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido días animales.
El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.

Mario Benedetti

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
hojas secas, bocinas y nombres desolados,
nubes que van creciendo en mi ventana
mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Espero volver a verte por aquí.

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