Retomando el tema de la rutina, tratado en la entrada del 21 de octubre pasado, te presento el poema LXVI de “Soy el silencio”. Aborda, como muchas veces lo has visto en poesía, el tema del hastío, de la rutina, a veces insoportable, otras tantas añorada. El buscar una existencia más excitante, pero el miedo a despertar aparece como una especie de freno. Se ve presente el mensaje de saber disfrutar las rutinas y las cosas simples de la vida, que muchas veces, por tenerlas, no las valora.
Tantas veces en la vida he asumido
que la diaria rutina me atormenta,
el hastío sin pausas me alimenta
de elementos carentes de sentido.
A lo largo de senda sin escollos
repetidas tareas me apabullan,
con cálido sopor casi me arrullan
y me ven postergar mis desarrollos.
Tantas veces en la vida he soñado
la fuga hacia un trajín más excitante,
liberarme del tedio tan constante
mas no me aparté de lo planeado.
Pero hoy, al verme ausente de rutinas,
al perder pequeñeces que sufría,
comprendo que el placer de cada día
es mejor cuanto más suelto caminas.
Pues las sencillas cosas de la vida
no por ser simples pierden importancia.
Saber darles en tiempo relevancia
tal vez al fin evite atroz caída.
Dentro de los clásicos hay una gran serie de poemas, de los que apenas te comparto una pequeña muestra:
“En soledad. no se siente” de Luis Cernuda
El mundo, que un muro sella;
la lámpara abre su huella
sobre el diván indolente.
Acogida está la frente
al regazo del hastío.
¿Qué ausencia, qué desvarío
a la belleza hizo ajena?
tu juventud nula, en pena
el blanco papel vacío.
“La de a mil” (fragmento) de César Vallejo
La de a mil
el suertero que grita la de a mil,
contiene no sé qué fondo de dios.
Pasan todos los labios. El hastío
despunta en una arruga su ya no.
Pasa el suertero que atesora, acaso
nominal, como dios,
entre panes tantálicos, humana
impotencia de amor.
“Perlas negras – amiga, mi larario está vacío” (fragmento) de Amado Nervo
Amiga, mi larario está vacío:
desde que el fuego del hogar no arde,
nuestros dioses huyeron ante el frío;
hoy preside en sus tronos el hastío
las nupcias del silencio y de la tarde.
“Poema 18 de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (1924) de Pablo Neruda
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
“Deletreos de armonía”, de Antonio Machado
Deletreos de armonía
que ensaya inexperta mano.
Hastío. Cacofonía
del sempiterno piano
que yo de niño escuchaba
soñando… No sé con qué,
con algo que no llegaba,
todo lo que ya se fue.
Y para cerrar, el más célebre de todos y el más centrado en el tema: “Hastío”, también del mismo Antonio Machado.
Pasan las horas de hastío
por la estancia familiar,
el amplio cuarto sombrío
donde yo empecé a soñar.
Del reloj arrinconado,
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.
Dice la monotonía
del agua clara al caer:
Un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.
Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado…
¡Qué largamente ha llorado
toda la fronda marchita!
NOTA: La imagen corresponde a “Mujeres en la ventana” de B. E. Murillo, propiedad de la National Gallery of Art, Washington DC
Espero volver a verte por aquí.
Querido Gabo: El romper con la rutina que genera ese hastío, en duda creo que estaremos renaciendo xa revalorizar la vida de otra forma . Ojalá pronto lo pueda descubrir y experimentarlo !!! Te mando un gran abrazo Juan Pd: estarás calentando los motores xa disfrutar esos 63 tal como te lo mereces .
> El 26 mar. 2022, a la(s) 17:18, Gabriel Barrella Rosa escribió: > >
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Es así como dices Juan. Siempre hay dos bibliotecas y posiblemente el punto del medio entre ambas será el más acertado. Romper la rutina es bueno y necesario, pero disfrutarla también lo es mucha veces. Un abrazo.
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Hola amigo, está muy interesante tu blog, dialogar coneasemociones y sentimientos es bueno y necesario para verlos de frente. Pero mira ese diálogo con grandes de la literatura es compartir no solo el estado, el verso, es acercarte a las letras desde el Alma del poeta
Felicidades, tu Alma de poeta tiene buena compañia.
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Gracias, Bárbara por tus comentarios. Lo de poner a los grandes junto a mis versos es un poco atrevido de mi parte, je je
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