La conciencia del ser humano supone la capacidad de reconocer la realidad. Cuando también hay un juicio de valor, que distingue el bien del mal, se puede usar el vocablo consciencia.
Más allá de lo que el concepto involucra en materia de psicología, la conciencia ha sido abordada por los poetas como el saber donde estamos, la noción de lo que nos rodea y el sentir de lo que debemos hacer.
En mi “Soy el silencio”, poema XVIII, se marca la lucha entre la conciencia y la inconsciencia, la prolijidad der la primera, con sus amarras, así como la incertidumbre de la segunda, que supone el escape a esas amarras y, en definitiva, el esfuerzo en la búsqueda del equilibrio entre esas dos fuerzas opuestas.
Aquí les comparto el poema completo,
¡Ay! conciencia, que a gritos alientas
a seguir con el paso prolijo,
tras el rumbo por otros ya fijo,
no me atrevo a decirte: ¡No mientas!
Si me abrigo al amparo mezquino
que me ofreces, obviando mi ser,
la pasión no podré conocer
y seré de mi honor asesino.
Inquilino de otras voluntades,
mi cerebro se exila aguardando
una brecha, para ir derribando
ese muro, que aborta verdades.
Inconsciencia: ¿De dónde surgiste?
¿Cómo fue que tocaste a mi puerta?
Al entrar pisoteaste mi huerta
y una gris desazón esculpiste.
Disfrazada de amiga, tu mano
me propuso un escape celeste,
y al dejar el real mundo agreste
se olvidaron mis penas de plano.
Hoy aquí, descubriendo el chantaje,
no es tan tarde para una promesa:
despejar la maraña que apresa,
aunque deba empeñar mi coraje.
Como los tengo acostumbrados, les comparto algunos tramos de los clásicos, abordando esta temática.
“¡Quién sabe por qué!” (fragmento) de Amado Nervo,
Perdí tu presencia,
pero la hallaré;
pues oculta ciencia
dice a mi conciencia
que en otra existencia
te recobraré.
“El hada verde. canción del bohemio” (fragmento) de Manuel Gutiérrez Nájera,
En las pupilas concupiscencia;
juego en la mesa donde se pierde
con el dinero, vida y conciencia,
en nuestras copas, eres demencia
¡oh, musa verde!
“La soledad” (fragmento) de Idea Vilariño
Esta limitación esta barrera
esta separación
esta soledad la conciencia
la efímera gratuita cerrada
ensimismada conciencia
esta conciencia
existiendo nombrándose
fulgurando un instante
en la nada absoluta
en la noche absoluta
en el vacío.
“Crepúsculos de la ciudad VI” (fragmento) de Octavio Paz
Hacia mí mismo voy; hacia las mudas,
solitarias fronteras sin salida:
duras aguas, opacas y desnudas,
horadan lentamente mi conciencia
y van abriendo en mí secreta herida,
que mana sólo, estéril, impaciencia.
“¡Oh lentitud del mar!” (fragmento) de Julia de Burgos
He tenido que dar, multiplicarme,
despedazarme en órbitas complejas…
Aquí en la intimidad, conmigo misma,
¡qué sencillez me rompe la conciencia!
“El teatro de los humildes” (fragmento) de Julio Herrera Reissig
Un vaho de infinita guturación salvaje,
de abstracta disonancia, remota a la sordina…
La noche dulcemente sonríe ante el villaje
como una buena muerte a una conciencia albina.
“La vida de la muerte” (fragmento) de Miguel de Unamuno
Oir llover no más, sentirme vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.
La imagen corresponde a “El despertar de la conciencia”, de William Holman Hunt, del museo Tate Britain de Londres.
Espero volver a verte por aquí…
Querido Gaby,
Como te digo siempre no tengo el conocimiento para juzgarte,…. pero me encanta tu foco en el la poesia,te admiro por seguir adelante con algo que tanto te gusta. Un abrazo Wa Washington
*Washington Otero* *Consultor y Asesor Organizacional* *Chair en VISTAGE* *www.washingtonotero.com* In Washington Otero Bs. As. + 54 9 *11 3588 3366* Mdeo. + 598 *96 40 66 27*
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Gracias Wa. Siempre estás…
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