El quehacer cotidiano, el devenir de la vida, nos puede hacer caer en ese riesgoso letargo que supone la repetición sistemática de nuestros actos y, como dice este poema XLIII de m i poemario “Soy el silencio”, que aquí les presento, “la rutina, inflexible, se abalanza”.
Debajo de mi piel adormecida
yace perenne un gran sueño abortado,
en su sombrío sepulcro un candado
lo condena a bloquear su salida.
El tiempo mismo construye prisiones
por dentro del ser que es todo ilusión,
va tesonero y paciente en su acción,
herrumbrando las rebeldes pasiones.
El recuerdo, en lugar de la esperanza,
la ambición convertida en apatía,
ya está visto lo que antes sorprendía,
la rutina, inflexible, se abalanza.
Y al momento de citar a los clásicos, me quedo con cuatro grandes, Borges, Herrera y Reissig, Bobadilla y Benedetti, quienes, a su manera abordan sus rutinas.
El instante, de Jorge Luis Borges (fragmento):
¿dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el árbol de adán y el otro leño?
el presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj.
La llavera, de Julio Herrera Reissig (fragmento)
Viste el hábito rancio y habla ronco en voz densa;
sigue un perro la angustia de su sombra benigna;
mascullando sus votos, reverente, consigna
un espectro achacoso de rutina suspensa…
Bélgica, de Emilio Bobadilla (fragmento)
¿Quién de ser amado o de amar se jacta?
¿No es rutina orgánica la función de amores?
¡La luz en el lago viva se refracta
y no hay primavera sin aves ni flores!
Defensa de la alegría, de Mario Benedetti (fragmento)
defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
Nota: La imagen corresponde a la pintura “Antes del baile de máscaras”, de Beckmann.
Espero volver a verte por aquí…
Excelente 👌
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Gracias. Abrazo
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